- No violenta situaciones de carácter jurídico ni se prevé sea obligatoria: investigadora del IIJ
Cedma González Andrade, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas
José Luis Couttolenc Soto
27/01/19, Xalapa, Ver.- Cedma González Andrade, investigadora adscrita al Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Veracruzana (UV), expresó que la cartilla moral que impulsa la Presidencia de la República constituye la base para la reflexión en materia de valores en México y en absoluto se contrapone o violenta alguna cuestión de carácter jurídico, no es contradictoria al texto constitucional, tampoco se ha previsto como algo obligatorio.
La investigadora consideró que debido a que en la sociedad han “aparecido” temas importantes y delicados como la violencia y la corrupción, resulta oportuno reflexionar el de los valores “porque de ninguna manera la moral es sinónimo de religión y porque el tema de lo moral no es contradictorio a la cuestión de estado democrático, de estado constitucional y del estado de derecho”.
Refirió que cuando se habla de moral no necesariamente se está abordando alguna doctrina religiosa; no obstante, consideró que existe una determinada reacción por parte de los sectores de la sociedad, que parecen decir “me están imponiendo una moral”, cuando el tratar estos temas es abordar lo relacionado con los valores.
González Andrade se dijo sorprendida por esta reacción de la sociedad dado que cuando se habla de los derechos fundamentales en materia jurídica, el trasfondo y la carga son para hacer positivos determinados valores como la vida y la libertad, “ése es el tema jurídico”.
Por otra parte, señaló que hablar de moral es poner la reflexión en el tema de valores, en donde destaca el bien como un valor universal, atemporal y eterno de todos los tiempos de la sociedad, y éste como naturaleza intrínseca del ser humano, que es hacer el bien.
Entre otros temas que se tocan en el texto, dijo que se encuentra el del respeto, “que inicia con distintos campos como el respeto a la persona misma, a la familia, a los núcleos de la sociedad, incluida la patria, la naturaleza, el entorno en el que vivimos y el mundo en general”.
En el contenido de la cartilla moral no se contemplan sanciones por su incumplimiento, ya que no se prevé sea obligatoria, “no puede serlo porque estamos hablando de filosofía, de temas universales”.
Por último, la investigadora del IIJ calificó como oportuno el relanzamiento de la cartilla moral, con algunas adecuaciones a la elaborada en 1944 por Alfonso Reyes. “Esta cartilla no es anacrónica, se habla de temas universales, me parece indispensable en una sociedad tan violenta como la que tenemos actualmente, donde pareciera que la carrera tecnológica digital es lo único importante, cuando como seres humanos tenemos un desarrollo científico sin sustento filosófico, y eso nos lleva a la autodestrucción”.