Durante la presidencia del general Lázaro Cárdenas se llevó a cabo una renovación de la clase política, en estricto sentido fue una alternancia, pues se desplazó al callismo, con su líder incluido, y le dio muerte súbita al partido creado por don Plutarco, el Nacional Revolucionario creado en 1929, para abrirle paso al Partido de la Revolución Mexicana (PRM), en 1938; en la fase previa se fundaron organizaciones campesinas (CNC), Obreras (CTM), y Populares (CNOP), (FETSE). Con ellas se constituyó el PRM agrupadas en cuatro sectores: Obrero, Campesino, Popular y el Militar, allí están las raíces del corporativismo en México. Aquello significó un proceso de cambio, por lo que ahora no es coincidencia fortuita el anuncio de la creación de la Confederación Sindical Internacional Democrática, a cargo de Napoleón Gómez Urrutia, con intención de demoler lo que queda de la CTM. En otro sector sindical trabaja Elba Esther Gordillo para controlar el SNTE. Cárdenas metió el ejército al PRM, López Obrador lo favorece y no descansa para ponerla al frente de la Guardia Nacional. Nada extraño, porque se trata de una coyuntura en la 4Transformación y esta es una de sus bases.