La estrategia para implementar la 4Transformación iniciada por el presidente López Obrador está correlativamente vinculada al estilo personal del presidente, esto incluye su alergia hacia las instituciones autónomas creadas en este país para servir de contrapeso a las acciones de gobierno, como la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), el de Geografía y Estadística (INEGI), el electoral (INE), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), y muchas más que conforman una muy surtida sopa de letras que han sufrido de una manera u otra el embate presidencial. Incluso el Poder Judicial no ha escapado a esa tendencia, a pesar de ser fundamental para un gobierno de poderes en equilibrios. De allí que se escuchen voces de alerta, como la del magistrado Pardo Rebolledo que en una interesante conferencia señala: “Sin un Poder Judicial fuerte e independiente, solo puede existir espacio para el surgimiento del despotismo y, eventualmente, del totalitarismo”. Más claro, ni el agua.