Lejos de luchar por una reforma educativa para bien de los educandos del país, la testaruda posición de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación radica en recuperar para sí el control de las plazas creadas en base al presupuesto público, esa ha sido la raíz e impulso de su lucha, porque además de canonjías implica control político, mismo que le arrebató la reforma educativa de Peña Nieto y que AMLO se niega a devolverlo. El presidente López Obrador ha sido enfático “nada de plazas” “nada de jugar con la nómina” y, claro, la respuesta de la CNTE es el bloqueo a las instalaciones de la sede de la Cámara federal de diputados. A ver quién da su brazo a torcer, porque no debemos olvidar que la CNTE cuenta con 42 diputados en el Congreso Federal adheridos a Morena, y eso cuenta.