El daño que Duarte de Ochoa le hizo a Veracruz se refleja en el atraso generalizado de la entidad veracruzana en la que más de 8 millones de habitantes resultaron perjudicados por la voracidad del ahora encarcelado y la pandilla que lo acompañó en esa aborrecible tarea. Lo sabe el recluso del reclusorio norte de la CDMX, por tal motivo hace lo imposible por desvanecer legalmente las acusaciones que se le formulan, pues si bien por el orden federal, hasta ahora, purga condena por 9 años, una vez cumplido ese plazo deberá hacer frente a la acusación que le hace la Fiscalía estatal por el delito de peculado. Peor aún, mientras no se aclare, pende sobre su cabeza la acusación por desaparición forzada que no sería cosa menor.