Mientras a la entidad veracruzana la surcan ríos de sangre derramada por la violencia que se cierne sobre sus ocho millones de habitantes, para el secretario de gobierno, Eric Cisneros, “una cosa es la percepción, y otra la realidad de lo que estamos viviendo”. Para el señor Cisneros lo que estamos viviendo es su pleito obsesivo con el Fiscal, pues “la gente de a pie está con esos problemas, ¿sabes por qué? Porque no hay procuración de justicia”, esa animadversión ofusca al señor Cisneros y le impide visualizar objetivamente el grave problema de inseguridad que vivimos. Pero no es de extrañarse, porque suele suceder que un ciudadano de a pie, como lo era Cisneros Burgos antes de ser favorecido con el cargo que ahora desempeña, sufra el ataque del síndrome del burócrata empoderado una vez adquirido cargo relevante, pues de pronto la visión de la vida cambia y todo se convierte en color de rosa, también es muy recurrente que esa “afortunada” perspectiva cambie cuando por los vaivenes políticos torne a la condición de “ciudadano de a pie”.