La población mexicana en general ya está acostumbrada a escuchar a los políticos y creerles la mitad de lo que dicen, y la otra mitad la ponen en duda. Está comprobado que los gobernantes exageran sus buenas acciones, deforman a su favor la información y ocultan cuanto no los favorece. A López Obrador millones de mexicanos le cree a pie juntillas, sin embargo, algunos curiosos le descubren sus gazapos. Luis Estrada, Director de SPIN, anota estas “curiosidades”: en 132 días de gobierno, del 1 al 5 de abril, López Obrador ha dado 91 mañaneras, en las cuales, dicho 80 incorrecciones y 21 afirmaciones falsas, entre estas que México crecerá al 2 por ciento y en 2020 al 3% “y apuesto, trato hecho”. En la semana que concluye se refirió a la creación de empleos durante el primer trimestre y la calificó como “un incremento nunca antes visto desde hace 10 años para un periodo similar”, pero en realidad el IMSS lo registra como el peor primer trimestre desde 2014. Y como este muchos más: México no ha cambiado, la corrupción tampoco, el huchicoleo está presente, la inseguridad aumenta. Claro, la respuesta es que no es posible hacerlo en pocos meses, y tienen razón, pero entonces que no la chiflen