La Secretaria de Energía del gobierno federal hace un exhorto a las compañías calificadoras a ser “responsables y serias” cuando evalúan a Pemex: “Las calificadoras no pueden bajar o subir (la nota) de acuerdo a intereses políticos”, y siguiendo el modelo de su jefe, el presidente, para referir que antes no descalificaban a la empresa mexicana, señala: “En todo este recorrido pues no vimos a las calificadoras tan nerviosas”. Lo cierto radica en que un dictamen adverso de las calificadoras hacia Pemex pondría en grave riesgo el futuro inmediato de la empresa, incluida la construcción de la refinería en Dos Bocas. Explicable la preocupación de doña Rocío, a ver si le hacen caso