Sube de tono el encontronazo del Secretario de Gobierno contra el Fiscal General a quien acusa de “desestabilizar al estado”, de “esconder” 50 órdenes de aprehensión y deja en el aire la sospecha de que el Fiscal protegía a El Lagarto quien “se movía en carros de la propia Fiscalía, porque está diciendo muchas cosas que al señor Fiscal no le van a convenir”. Algo le debe saber a Winckler porque sus dichos son delicados, y de ser comprobados lo meterían en serios problemas con la justicia.