Lo dijo hace algunos años el sacerdote Alejandro Solalinde “Veracruz es un enorme cementerio”, gobernaba la entidad Fidel Herrera, lo repitió cuando Duarte de Ochoa, pocos tomaron en cuenta esas patéticas declaraciones, que desde el gobierno pretendieron desacreditar. Pero la verdad ha salido a flote con olor nauseabundo y ya es inocultable; lo reconoce Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, informó de que “se han ubicado 81 sitios donde han sido identificadas 222 fosas clandestinas”, de enero a la fecha en solo seis estados del país: Colima, Tabasco, Guerrero, Sonora, Zacatecas y Jalisco. En Veracruz se conocen 76 entierros “y junto con los estados de Sonora, Sinaloa y Guerrero, conforman el 69.3 por ciento de los entierros ilegales del país”. Son “los renglones torcidos de Dios”-