Bajo la consigna de “aquí solo mis chicharrones suenan”, orientada por la batuta de Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional de Morena, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena (CNHJ), puso un drástico hasta aquí a Alejandro Rojas Duran suspendiéndole por tres años sus derechos partidarios, y de esa manera frustra sus aspiraciones a dirigir al partido. El referido Consejo acusa a Rojas Durán de violar los estatutos y le atribuye hacer campaña de desprestigio contra la organización y su dirigencia, además de “hacer juicios subjetivos (que) tienen como consecuencia un daño mayor en la imagen y nombre de Morena” (¡!) Así se entiende la democracia en el partido del gobierno. Sin duda, el nieto, Morena, se parece al abuelo, el PRI, y tiene reminiscencias de su bisabuelo, el PRM, y recuerda al tatarabuelo, el PNR.