La economía no es un artículo de fe pues se rige por variables científicamente comprobadas, por esta circunstancia se antoja difícil predecir sus movimientos, crecimiento o a la baja por métodos emanados de la inspiración o la voluntad. Alfonso Romo de eso sabe mucho, por eso, cuando apuesta a que la economía mexicana no entrará en recesión, sus lecturas de las estadísticas orientarán su diagnóstico, apuesta 100 a 1 a su dicho y que se sepa nadie le entró, aunque Moody’s Analytics ya declaró una recesión “técnica”. Sin embargo, AMLO apuesta a un crecimiento del 2 por ciento “y no me echo para atrás”, dice, aunque solo cuenta con las herramientas de su voluntad y buenos deseos, es el presidente y nadie le apuesta