En plena escaramuza con el gobierno de Trump por la imposición de aranceles a productos mexicanos y en el centro de las discusiones para resolverlo el tema migratorio, ahora se agrega el nuevo frente abierto por las calificadoras respecto de la economía mexicana. El miércoles la calificadora Fitch dio a conocer la rebaja de la nota soberana de México, ahora anuncia que la calificación de Pemex pasó a ‘BB+’ desde ‘BBB-‘, con lo que pierde el grado de inversión y lo que representa en el mercado financiero internacional. Preocupante de por sí, la respuesta presidencial lo es aún más: La economía nacional “va bien y de buenas”, seguimos sosteniendo que vamos bien, que va a crecer más la economía, que cuando menos va a crecer al 2 por ciento y que en el sexenio vamos a cumplir el compromiso de crecer al 4 por ciento”. Eso sí sería brujería, pero las recetas de la economía van en sentido contrario