Ha sido difícil el Karma de los veracruzanos, primero padecimos consecutivamente dos gobiernos que implementaron estrategias encaminadas a hurtar del erario para beneficio de las camarillas encumbradas; luego un gobierno de dos años cuya ocupación principal- aparte del subyacente propósito de la herencia del poder- dedicó tiempo y dinero a denunciar mediáticamente las tropelías de los antecesores, fue más simulación que medidas efectivas de combate a la corrupción y de recuperar lo robado. Ahora, Cuitláhuac García, ha ocupado seis meses en formular denuncias públicas, como balas de salva lanzadas al aire. Mientras, la sociedad veracruzana vive sobre ascuas por la inclemente inseguridad, la violencia sin control, hospitales en la inopia, carreteras destrozadas, agricultura sin destino, turismo sin rumbo, educación sin timón, y muchísimos etcéteras más. ¿No es la hora para empezar a gobernar?