Si Cuitláhuac García se empecina en intentar imitar a López Obrador cuando de declarar se trata, debiera saber que no toda   copia es buena, y tomar en cuenta que el ahora presidente le lleva en experiencias en estas lides una distancia de proporciones siderales. Quizás por esa tendencia a imitar poses y habla de su paradigma personal luego no le salen bien las cosas, la prueba más reciente está en sus respuestas para explicar el asunto de un caso de nepotismo en su gobierno, pero se complicó cuando aludió a la abuela que ya no puede “cuestionar”, ni “meterse en su vida privada”, obviamente, la escena es viral en las redes, mientras en su eterno descanso la abuela debe preguntarse ¿Y yo por qué?