En la mañanera del miércoles el presidente López Obrador abordó el tema del arribazón del sargazo a las playas del caribe mexicano, antes ya lo había catalogado como un problema “no grave”. En su conferencia insinuó que la recolección de basura en la CDMX implicaba mayor complejidad que la recolección de la macroalga en Quintana Roo. Obviamente exhibió que no tenía la menor idea del problema, o simplemente quiso minimizarlo, pero es de tal magnitud que representantes de 13 países (México, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Jamaica, Trinidad y Tobago, Haití, Cuba, Panamá, Isla Guadalupe, Belice, Guyana y Guatemala) se reúnen en Cancun para establecer una agenda de cooperación internacional para enfrentar un grave problema que pega a la industria del turismo de aquella región de fuerte impacto social y económico en todo el país.