Al gobernador Cuitláhuac García se le ha complicado la necesaria interlocución con la sociedad porque su equipo de trabajo no acumula experiencia en las lides del servicio público, y él mismo no parece darle importancia al asunto. Asuntos de importancia siguen permanecen en estado quieto: recomponer su propuesta para nuevos magistrados, es solo uno de ellos, otro más el de la desaparición de autoridades municipales en Mixtla de Altamirano, que se ha complicado porque escogieron el camino tortuoso de acusar, en vez de previamente denunciar y demostrar la culpabilidad del acusado. Un asunto relativamente sencillo de explicar, como su presunto parentesco con Eleazar Guerrero, lo mantiene entrampado porque nadie le acerca propuestas de salida del mismo, pues no parece nada difícil averiguar si la Ley configura el parentesco que efectivamente tienen como violatorio de la misma y de esa manera proceder en consecuencia. Y en ese dilema arrastran a la atribulada contralora, cuya inexperiencia la conduce a dar tumbos cada vez que declara, pues en vez de transparentar enturbia lo que debiera transparentar.