A quien afirme que el huachicoleo ya desapareció o va a la baja lo desmiente la realidad; igual a quien asegure que la corrupción ya no existe, o bien que se insista sobre la reducción de los índices delictivos en el país. La perforación de ductos es un problema que subsiste, su manifestación más violenta son las explosiones en varios de sus tramos. Estos, como otras asignaturas que están pendientes por resolver es tarea del gobierno federal y de las entidades federativas, pues ya en la segunda mitad del primer año del gobierno de AMLO no es admisible atribuirlo a la herencia maldita, porque para eso está el gobierno, para al menos intentar resolver los problemas, pero con hechos no con tirar culpas al pasado