Es melodramática la noticia que se pinta en la escena de un tráiler volcado, con cientos de libros esparcidos a su alrededor, su culta carga, y automovilistas pasando indiferentes sin vocación de rapiña. En cambio, presenciaríamos una escena muy diferente si la carga siniestrada consistiera en cervezas,  frutas, o bultos de frijol, arroz o maíz. No queremos apelar a la idea comparativa de cuál sería la reacción si accidente parecido ocurrirá en algún país nórdico, pues toda comparación es odiosa, sobre todo para quien resulta desfavorecido, pero nos muestra como un pueblo con poco aprecio por los libros y fuerte tendencia hacia la rapiña.