El presidente de los EEUU ha adelantado que se harán redadas contra todo indocumentado que radique en ese país, aunque no es cosa nueva, ni mucho menos desconocida, ha puesto en zozobra a decenas de miles de mexicanos y de otras nacionalidades que laboran a hurtadillas en aquel país. Ana Frank, la adolescente judía, que narró en su Diario el atribulado acontecer durante los días de la Segunda Guerra Mundial en una vivencia a escondidas, nos proporciona idea del sentir de nuestros conciudadanos en los EEUU, que, viviendo escondidos, los más en doloroso hacinamiento, comunicándose con susurros, padeciendo el racionamiento de la comida, y en dramática angustia, ignoran y temen lo que sucederá en el minuto siguiente. Quizás la única diferencia con las vivencias de la precoz adolescente, Ana Frank, consiste en que no haya campos de exterminio, y que ahora es posible reintentar la busca del llamado “sueño americano”.