A siete meses de haber asumido la titularidad del Poder Ejecutivo en la entidad veracruzana Cuitláhuac García sigue sin aparecer en ese papel, pues hasta ahora su desempeño ha pasado casi inadvertido, pese a los halagos que públicamente le ha endilgado el presidente de la república y sus apariciones mediáticas para acusar al pasado inmediato y al fiscal Winckler. Sus asesores, si es que los tiene y les hace caso, debieran recordarle al gobernador que Veracruz ha transitado 14 años de gobiernos inoperantes, cuyos nimios resultados con Fidel y con Duarte quedaron en números rojos, y con Yunes Linares ni fu ni fa. Esa circunstancia debiera ser tomada en consideración por el actual gobernador, pues la población exige resultados concretos, obras, seriedad en el gobierno, porque no hay mal que dure cien años ni pueblo que lo resista.