La discusión en la academia y en los círculos de la cafetomanía uno de los temas centrales versa sobre si es un político de izquierda o de derecha; si bien durante su fase oposicionista fue considerado como de izquierda, ya en su carácter de presidente muchos analistas le regatean esa categoría. Por ejemplo, en cuanto al laicismo, Bernardo Barranco, profundo conocedor de las religiones en sus relaciones con el poder político, señala en La Jornada: “Andrés Manuel López Obrador ha sido el presidente que más se ha atrevido a hacer un uso político de las iglesias y la religión al incluir a un sector de cristianos evangélicos como difusores de planteamientos sociales y morales de la 4T”. Y reitera Barranco: “ningún presidente en los últimos años había logrado convertir la fe en un acto político como AMLO”. No se corresponde con el laicismo juarista, que proclamó la separación de las Iglesias y el Estado, la separación de la religión y la moral.