Es explicable que salgan al paso de la promulgada 4 Transformación una diversidad de factores que se le oponen, porque no es pepita en dulce la tarea de cambiar el rumbo de un país. Al margen de desacuerdos o sinergias, sin enfoques maniqueos, en el escenario se escuchan voces disonantes del propósito lopezobradorista, quizás por el método o bien por temor a que el remedio resulte peor que la enfermedad, acaso también por desconfianza en la pericia de quienes lo acompañan. “Transformación de Cuarta”, la califica Diego Fernández de Cevallos, destacado militante panista, luego entonces entendible el calificativo, pero que Porfirio Muñoz Ledo insinúe la posibilidad de que se convierta en “un Cuarto Trancazo”, es de llamar la atención, por lo menos es destacable.