En abril pasado el presidente insistía en su apuesta de crecer económicamente al 2 por ciento en el presente año, hizo apuestas en ese sentido; Alfonso Romo, titular de la Oficina de la Presidencia emuló a su jefe y aseguró que no habría recesión. Sin embargo, dos meses después los síntomas de la economía mexicana están revelando, según el banco JP Morgan, que estamos a punto de entrar a una fase recesiva “técnicamente hablando”. “Esta no la pierdo, dijo Romo, y ningún mexicano querrá que pierda esa apuesta.