¿Tendrá idea el presidente López Obrador de la magnífica tarea de distribuir medicinas al Sector Salud de este país? NO, por supuesto. Porque encomendar esa tarea “a integrantes de la ayudantía” jóvenes “para que aguanten”, sin tomar en cuenta las complicaciones inherentes de esa enorme responsabilidad, refleja improvisación y ocurrencia, que será un fracaso rotundo. Lo peor estriba en el impacto que las deficiencias en el abasto de medicamentos tendrá sobre el demandante de servicios de salud. ¿A quién escucha el presidente?