Desde el púlpito mañanero, en esa homilía en que ha convertido sus apariciones diarias el presidente cuando no lo vemos en la plaza pública arengando a la masa informe, el presidente López Obrador acostumbra hacer señalamientos y acusaciones sin sustento, arriesgando se le responda en desmentido, tal cual ocurre con quien fuera Director del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Gonzalo Hernández Licona, de quien AMLO dijo ganaba 220 mil pesos, pero en su aclaración el aludido le aclara que su sueldo era de 91 mil 957 pesos. Va más allá en su respuesta: “por eso digo que si uno utiliza evidencia rigurosa puede tomar mejores decisiones. El liderazgo presidencial, combinado con buena información, podría generar mejores resultados para el país”, Eso sí calienta, dirá AMLO, y nada extraño será que ahora salgan con la noticia acerca de “negocios” y “malversaciones” descubiertos en el Coneval de Hernández Licona.