De su más reciente visita a la entidad veracruzana, de las varias que ya como presidente ha hecho Andrés Manuel López Obrador, no es bueno el balance porque en realidad nada hay de concreto de sus ofrecimientos, y tal parece que aún escuchamos a un candidato, no a un presidente. López Obrador ha hablado en Veracruz sobre seguridad, pero casi ocho meses después de su ascenso al poder las cosas no han mejorado en ese ramo. También de desarrollo económico, pero nuestra economía no camina hacia adelante. Ahora nos habló de un sector salud en estado de “florero o adorno” por las malas condiciones en que se encuentra, pero todo empeora porque sigue el desabasto de medicinas y nada hay que denote avance alguno para corregirlo, excepto discurso y culpas al pasado.