Semejante a lo que hizo en Minatitlán el presidente López Obrador cuando dejó en claro que “Cuitláhuac no está solo”, el excandidato panista al gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez, concentró una multitud de correligionarios partidistas en respaldo a Jesús Mancha para que sea reelegido en la dirigencia estatal del PAN. En esa actitud, Yunes Márquez acusó al adversario de Mancha, Joaquín Guzmán Avilés, de entreguista, de “arrodillado” ante el partido oficial, “no vamos a permitirlo, vamos por el PAN bueno que le va a romper la madre a MORENA”. Al menos en el PAN hay señales de vida, ya veremos cómo sale de este enfrentamiento electoral interno, porque los pronósticos señalan que habrá fuerte pugna por alcanzar el control del partido y la condición inherente para hacer candidatos a alcaldes y diputaciones, además de manejar las prerrogativas, no es poca cosa.