De entrada, los reporteros recogieron tal cual las declaraciones de la secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, relativas a sus pláticas con “grupos armados” “que ya no quieren más violencia” y “quieren deponer las armas”, y de inmediato corrió la especie que era con grupos de la delincuencia organizada. La confusión obligó a Gobernación a emitir un boletín aclarando que era “falsa” esa versión, “producto de una lamentable edición de declaraciones vertidas el día de hoy por la secretaria de Gobernación, en las que expresó la voluntad de diálogo con auténticas organizaciones de auto defensa… el desarme de esas organizaciones y de quienes las integran…”. Pero la nota ya había circulado en las redes, dejando un fuerte olor a azufre pues presumía que la interlocución era con grupos del crimen organizado. Hasta el presidente López Obrador, que en campaña ofrecía hablar para convencerlos que se portaran bien, dijo en su mañanera que no hay tratos con la delincuencia y les dice “portense bien”.