La Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, llegó a ese importante cargo presidida por una bien ganada fama por su destacado desempeño como ministra de la Suprema Corte, no obstante, en esta faceta que ahora protagoniza no le ha ido del todo bien, al grado su ex compañero, también magistrado en retiro Genaro David Góngora la calificó de “florero”. La semana pasada la licenciada Sánchez Cordero exhibió ausencia de tacto al revelar que tenían pláticas con grupos armados y desató un gran alboroto público que obligó al presidente a desautorizar esas pláticas, ahora, en un intento por “defender” al gobernador veracruzano en el difícil trance por el que atraviesa, rechaza que haya ingobernabilidad en la entidad veracruzana. Es una explicación no pedida, pero señala que “ya están tomando medidas en reuniones de seguridad diarias…y vamos a avanzar con las autoridades del estado y la Fiscalía”. Esa es una confesión de que actúan a toro pasado, ¿por qué no lo hicieron antes de que ocurriera lo de Coatzacoalcos? “A confesión de parte, relevo de pruebas”, dicen en el argot del litigio.