Jaime Bonilla se arropa con el cuento
del mandato que el pueblo de Baja California le otorgó en la elección del 2 de
junio pasado para hacerlo su gobernador, y en una lectura errónea de esa
expresión democrática sigue empeñado en alargar a cinco el periodo establecido a
dos por el marco legal vigente. Para lograr su objetivo, haya sido como haya
sido, consiguió que diputados del PAN, PRI, PRD y de Morena, aprobaran el 9 de
julio lo que se conoce como “Ley Bonilla” para extender el periodo de gobierno.
Ante el clamor nacional en contra, con supina vocación autista, Bonilla está
convocando el 13 del mes en curso a una “consulta ciudadana” que decida si será
gobernador por dos o cinco años, “¿el proyecto que tú quieres para el próximo
Gobierno es de 5 años o de 2 años?”, será la pregunta medular. El resultado de
esta consulta no es vinculante, pero será pretexto para inducir a que se
publique en el Congreso local la referida ley. Un destacado protestante es el
presidente del INE, Lorenzo Córdova, quien califica de anticonstitucional la
Ley Bonilla y considera que la Corte Suprema dirá la última palabra.