El presidente de Túnez destituyó al gobierno y congeló los poderes del Parlamento el domingo, en una dramática escalada de la crisis política, lo que hizo que enormes multitudes salieran a las calles de la capital en su apoyo, pero sus opositores calificaron las medidas como un golpe de Estado.
El presidente Kais Saied dijo que asumiría la autoridad ejecutiva con la ayuda de un nuevo primer ministro, en el mayor desafío hasta ahora a una constitución democrática de 2014 que dividía los poderes entre el presidente, el primer ministro y el Parlamento.
Los tunecinos se levantaron en una revolución en 2011 contra décadas de autocracia en el primer estallido de la Primavera Árabe, instalando un sistema democrático que garantizó nuevas libertades y ha sorteado…