La negociación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la violencia y el acoso no fue fácil. Para empezar, el tema, impulsado principalmente por movimientos feministas, tardó décadas en llegar a ese cónclave. Lo que sigue es que México lo ratifique, pero antes tendrá que sortear la resistencia de los empresarios.
El convenio reconoce “el derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso”; paadecerlos amenaza la igualdad de oportunidades, afectan su salud psicológica, física y sexual, su dignidad y su entorno familiar y social. Pero subraya que estos problemas “afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas”.
Fue adoptado en junio de 2019 en la Conferencia Internacional del Trabajo…