Cortés, una empresa familiar que hace chocolate en Puerto Rico, abre un local para alimentar a la diáspora. El restaurante, dice el director general, es “una referencia de lo que dejaron y de lo que añoran”.
Lea el artículo en el New York Times
Cortés, una empresa familiar que hace chocolate en Puerto Rico, abre un local para alimentar a la diáspora. El restaurante, dice el director general, es “una referencia de lo que dejaron y de lo que añoran”.
Lea el artículo en el New York Times