- Su tesis “Univocidad, razón y multitud: una lectura crítica al pensamiento de Spinoza”, le valió el reconocimiento en el nivel de Maestría
Aarón Espinoza desarrolló investigación sobre el pensamiento filosófico de Baruch Spinoza
Paola Cortés Pérez
27/12/2021, Xalapa, Ver.- Aarón Espinoza Conde recordó que su primer encuentro con la filosofía fue “algo raro”, se interesó por ella a partir de la lectura de la obra Así habló Zaratustra, de Friedrich Nietzsche. Ahora, es uno de los ganadores del Premio “Arte, Ciencia, Luz” 2021, en nivel de Maestría, que otorga la Universidad Veracruzana (UV).
En entrevista concedida a Universo, Sistema de Noticias de la UV, contó: “Mi interés primero fue por la historia, pero en la clase de Filosofía de la preparatoria empezamos a revisar el pensamiento de Nietzsche; además, dos profesoras excelentes –que impartían Sociología e Historia– me recomendaron lecturas y me influyeron para estudiar la Licenciatura en Filosofía”.
El trabajo merecedor del premio se llama “Univocidad, razón y multitud: una lectura crítica al pensamiento de Spinoza”.
En 2005 aprobó el examen de admisión a la UV para estudiar en la Facultad de Filosofía; sin embargo, tuvo que poner una pausa a su formación profesional por cuestiones socioeconómicas. Fue en 2011 cuando retomó los estudios, se percató que comprendió mejor las clases y los textos proporcionados.
Con respecto al premio recibido por la UV a los mejores trabajos recepcionales de nivel Técnico Superior Universitario (TSU), Licenciatura, Maestría y Doctorado, Aarón Espinoza dijo sentirse contento pues su trabajo de investigación es muestra de un amplio esfuerzo.
“Soy quien representa el trabajo, pero en el fondo hay muchas personas e ideas que impactan en él, están presentes, no es una felicidad propia, sino una felicidad para aquellos que han compartido conmigo este proyecto.”
A los estudiantes de Filosofía les dijo que los trabajos de investigación que se ven muy especializados tienen un impacto, por lo que no deben verlos sólo como un paso más para concluir sus estudios, sino como la posibilidad de arrancar en el campo de la filosofía.
“No me considero un filósofo sino un estudiante, como tal tenemos que seguir abiertos a trabajar, porque toda investigación tiene una finalidad.”
Univocidad, razón y multitud
Desde la licenciatura presentó una inclinación por el pensamiento de Baruch Spinoza, motivada por dos situaciones: una, por su tutor José Antonio Hernanz Moral, quien lo acercó al filósofo neerlandés; y dos, un contratiempo familiar.
“Originalmente este trabajo ya lo venía maquinando desde la licenciatura, pero los tiempos no me permitieron hacer una tesis tan amplia; así que estratégicamente pensé en desarrollarla durante la Maestría en Filosofía”, explicó.
Mencionó que el pensamiento de Spinoza es complejo e incompleto –a pesar de que escribió seis obras, sólo dos completas–, que a la vez tiene muchos entramados.
“En este juego de incompletitud y entramado se ha concluido que es un pensamiento ya establecido y completo; en la tesis expongo que se ve como una doctrina, tomarse doctrinariamente y aplicarse como si fuese un manual.”
En el proyecto de investigación retoma a dos autores vivos: Antonio Negri y Slavoj Zizek. En el inicio del trabajo, Aarón Espinoza plantea que el pensamiento de Spinoza no es una doctrina, tiene que hacerse una pausa y analizarlo.
Para ello consideró tres conceptos: univocidad, razón y multitud, que pueden dar pautas para la lectura del filósofo neerlandés; también los consideró porque de alguna manera hablan de las tres partes fundamentales de la filosofía desde su perspectiva: ontología (univocidad), cómo consideramos al hombre y cómo se desarrollan los humanos (razón), y la política (multitud).
“De alguna manera, estos tres conceptos me parecen indicios para reiniciar una lectura de Spinoza y consideremos que dentro de estas ideas su pensamiento no puede verse como algo fácil de aplicar, como si estuviera sucediendo.”
La conclusión, mencionó, es que ningún texto de filosofía puede ser aplicado directamente, lo que no significa que la filosofía sea inútil, sino saber qué debe saberse, qué debe tomarse de un pensamiento filosófico y cómo se pretende usar.
“La filosofía es peligrosa porque explica el fundamento de lo real desde una perspectiva crítica, pero si es mal usada puede causar mucho daño. Si no sabemos leerla, sentirla y aplicarla, ésta nos puede hacer daño.”
Destacó que en los últimos 20 años se han vuelto relevantes las investigaciones sobre el filósofo Spinoza en América Latina. “A los estudiantes les digo que aún quedan muchas cosas por investigar, como el feminismo, la ecología, la economía, las cuestiones de neurociencia”.
Además, invitó a la comunidad universitaria a acercarse a la filosofía, “no es mala ni compleja, es como un texto de literatura general, se puede adentrar a ella con esfuerzo y cuando se hace encontrarán cosas interesantes.
”La recomendación para leer a Spinoza es iniciar con un pequeño opúsculo El tratado de la reforma del entendimiento, sus primeros 20 parágrafos dicen mucho del autor, son los que de alguna manera nos invitan a darle un chance; no se acerquen a la obra más grande, porque a veces no nos dice todo.”