Con pocas pertenencias en bolsas y mochilas, unas 500 personas salieron de la gran terminal de transporte de San Pedro Sula, 180 km al norte de Tegucigalpa, rumbo a Corinto a donde llegaron horas después de un largo recorrido a pie, autobuses o automotores cuyos conductores los trasladaban de forma gratuita.
Siga leyendo en El Economista