Poco antes las elecciones presidenciales hay un escenario riesgoso: por un lado, el presidente y líderes militares sostienen que el voto se presta al fraude. Por otro, políticos, jueces, diplomáticos extranjeros y periodistas hacen sonar la alarma de que Bolsonaro prepara el terreno para intentar un golpe de Estado.
Lea el artículo en el New York Times