En la capital de Rusia se ven menos varones en los restaurantes, las tiendas y las reuniones sociales. Muchos fueron reclutados para luchar en la guerra; otros, salieron del país.
Lea el artículo en el New York Times
En la capital de Rusia se ven menos varones en los restaurantes, las tiendas y las reuniones sociales. Muchos fueron reclutados para luchar en la guerra; otros, salieron del país.
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