La empresa estatal ha mejorado su participación en el mercado de combustibles pero al mismo tiempo incurre en pérdidas, presionada por sus costos de transformación.
Siga leyendo en El Economista
La empresa estatal ha mejorado su participación en el mercado de combustibles pero al mismo tiempo incurre en pérdidas, presionada por sus costos de transformación.
Siga leyendo en El Economista