- Se estima que 12.6 de cada 100 mil hombres decide quitarse la vida, más del doble que las mujeres
- Expertos de Argentina disertaron en el cierre de la III Jornada de Psicología Social
Enrique Stein, médico psiquiatra especialista en estrés postraumático, aseguró que el alcohol quintuplica riesgos suicidas
José Luis Couttolenc Soto
Fotos: César Pisil Ramos
10/09/2023, Xalapa, Ver.- El consumo excesivo de alcohol quintuplica el riesgo de suicidio en relación a los bebedores sociales o normativos, sostuvo Enrique Stein, médico psiquiatra especialista en estrés postraumático, en la conferencia virtual del cierre de la III Jornada de Psicología Social.
En el evento académico organizado por el Doctorado en Investigación Psicológica en Investigación Inclusiva de la Universidad Veracruzana (UV), el investigador y profesor titular de la Universidad Nacional de Comahue, Argentina, habló sobre “Suicidios y consumo de sustancias psicoactivas y comportamentales”.
Destacó que luego de varios meses inmersos en la pandemia por la COVID-19 y debido a diversos factores de riesgo de suicidio, pérdida de empleo, apuros económicos y aislamiento social –que siguen presentes–, es importante poner atención a este problema, para el cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece una vía clara para fomentar los esfuerzos de prevención.
Dio a conocer que en personas de 15 a 29 años de edad, el suicidio es la cuarta causa de muerte, sólo por detrás de accidentes viales, tuberculosis y violencia interpersonal, tasa que varía entre países y regiones, así como entre hombres y mujeres.
Suicidio, autolesiones y conductas de riesgo, una problemática de salud desde la psicología social, dijo Diana Altavilla Arribalzaga
Precisó que en el caso de los hombres (12.6 por cada 100 mil) se suicidan más del doble que las mujeres (5.4 por cada 100 mil), registrándose la tasa más alta en países de ingreso alto, mientras que la proporción en el registro de mujeres ocurre en países de ingreso mediano-bajo.
El especialista indicó que el consumo de cannabis puede estar asociado con suicidios en adultos jóvenes pues en Estados Unidos se observa un creciente número de víctimas por sobredosis de opioides ilícitos o recetados; oculto en este número se encuentran personas que decidieron quitarse la vida.
No se sabe con exactitud cuántas muertes por sobredosis de opioides son en realidad suicidios, pero expertos estiman que hasta un 30% pueden ajustarse a esta descripción, consideró el ponente.
Destacó que la conexión entre sobredosis y suicidio parecen aumentar con el tiempo, y que ambos pueden estar conectados por múltiples formas y por muchas razones.
El también consultor de la OMS refirió que personas con trastornos por consumo de sustancias suelen padecer de otros trastornos psiquiátricos, entre los que se encuentran el doble de probabilidades de tener trastornos de humor y ansiedad, que se asocian de manera independiente con mayor riesgo de suicidio; agregó que las enfermedades mentales también están relacionadas con las sobredosis accidentales de medicamentos y drogas ilícitas.
Lo autolesivo como signo de deterioro y desvalimientos psicosociales
Planteó que la relación del alcohol con el suicidio está sobradamente documentada; se estima que el riesgo de suicidio en personas con trastornos de humor (principalmente depresión) es del seis al 15%, mientras que en personas con alcoholismo es del siete al 15%, según datos de la OMS.
Stein aconsejó evitar el consumo de alcohol, ya que éste no es lesivo únicamente a nivel individual y en lo somático, sino que también a nivel psíquico, pudiendo llevar a tomar decisiones poco acertadas.
Otra conferencista fue Diana Altavilla Arribalzaga, investigadora de la Universidad del Salvador, Argentina, quien abordó el suicidio, autolesiones y conductas de riesgo, como una problemática de salud desde la psicología social.
Detalló lo autolesivo como signo de deterioro y desvalimientos psicosociales; se refirió también a los entornos y eventos disruptivos; la diferencia entre disrupción y trauma; agresión, maltrato y violencia como elementos vinculados al desvalimiento; vivencia de “Intemperie psíquica” y estructuras sociales fragmentadas; desregulación y desligaduras psíquicas, así como la relevancia en la comprensión para el diagnóstico y las estrategias clínicas.