- De 2011 a 2017, jóvenes de entre 18 y 34 años aumentaron el uso de marihuana de 1.9 a 3.5 por ciento, y el de cocaína de 0.8 a 1.5 por ciento
- La adicción a estas sustancias origina accidentes y problemas académicos, fomenta la violencia sexual, produce comorbilidades e incrementa el riesgo de gestos suicidas
Hospitalizaciones por uso de sustancias antes y después de la pandemia de Covid-19
Carlos Hugo Hermida Rosales
31/10/2021, Xalapa, Ver.- María Elena Medina Mora, integrante de El Colegio Nacional y directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, impartió el 28 de octubre la conferencia “El papel de las universidades ante el problema del consumo de drogas”, dentro del X Foro de Investigación-Acción para la Prevención del Consumo de Drogas “Celebrando una década del foro y Reviva”, organizado por el Instituto de Ciencias de la Salud (ICS) de la Universidad Veracruzana (UV).
En su disertación mencionó que el mayor crecimiento de uso de drogas ilegales en México se focaliza en los jóvenes de entre 18 y 34 años.
Puntualizó que el consumo de marihuana en miembros de este sector de la población aumentó de 1.9 a 3.5 por ciento de 2011 a 2017, mientras que el de cocaína lo hizo de 0.8 a 1.5 por ciento.
La académica Medina Mora afirmó que el consumo de drogas legales e ilegales está directamente relacionado con los trastornos de ansiedad y conducta disruptiva, y afectaciones como el estrés.
Compartió que el mayor uso de drogas en México ocurre en los grupos de edad que cursan el bachillerato y la universidad, y que esta acción se agudiza en los adolescentes que abandonan la escuela.
Entre los factores que inducen a su consumo se encuentran su amplia disponibilidad, la pobreza, la violencia, la pérdida de empleo, e incluso el aislamiento originado por la pandemia de Covid-19.
Comentó que existen drogas legales como el alcohol que están integradas a la vida social, cuyo consumo se incrementa entre universitarios debido al estrés asociado a las actividades académicas.
La catedrática declaró que es fundamental que las universidades atiendan el problema de alcohol y drogas de sus integrantes, ya que la adicción a estas sustancias origina accidentes y conflictos académicos, fomenta la violencia sexual, produce comorbilidades e incrementa el riesgo de gestos suicidas, entre otras cuestiones.
Explicó que entre las acciones que se pueden llevar a cabo con esta finalidad se encuentran: promoción del bienestar que englobe la salud física y mental, los valores, la tolerancia y la seguridad; promover la interacción social; y erradicar actitudes negativas como violencia y discriminación.
Aseguró que los espacios verdes, artísticos y culturales son excelentes para fortalecer el entorno escolar y fomentar habilidades sociales, cognitivas y psicoemocionales, las cuales son de gran utilidad en la vida y disminuyen el riesgo de adicción a sustancias prohibidas.
María Elena Medina Mora