- Fue impulsora del cambio en el modelo educativo institucional
- Supo construirlo con el consenso de todas las regiones de la Universidad Veracruzana, subrayó la Rectora
- La Sala de Juntas de las Áreas Académicas llevará el nombre de la investigadora
La sala de juntas de las Áreas Académicas lleva desde ahora su nombre
David Sandoval Rodríguez
Xalapa, Ver., 25/08/2017.- Jenny Beltrán Casanova marcó una diferencia en todos los ámbitos académicos en los que se desempeñó, pues fue ideóloga de proyectos académicos de gran impacto en la Universidad Veracruzana (UV), expresó Leticia Rodríguez Audirac, secretaria académica, previo al develamiento de la placa conmemorativa con la cual se recordará su legado, nombrando así a la Sala de Juntas de las Áreas Académicas.
Su esfuerzo y compromiso se hizo patente en diversos ámbitos, como fue la Especialización en Docencia y más adelante en la creación del Nuevo Modelo Educativo, ahora conocido como Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF).
Desde 1987, la especialización fue un posgrado pionero en la profesionalización e innovación de la docencia universitaria, así como la presencia que tuvo en todas las regiones de esta casa de estudio.
Autoridades universitarias, familiares y amigos presentes en la develación de la placa
A fines del siglo XX, dentro del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE), Beltrán Casanova se responsabilizó del gran proyecto de su vida académica: la coordinación del Nuevo Modelo Educativo. “Resulta claro que haya sido la académica idónea para hacerse cargo de la conformación y coordinación del grupo que diseñaría el Nuevo Modelo Educativo para la Universidad Veracruzana y luego, de la misma forma, de su puesta en marcha”, detalló la funcionaria.
“Supo escuchar, dialogar, negociar, resolver conflictos, respetar a los diferentes, persuadir a los indecisos; demostró credibilidad y autoridad al momento de presentar propuestas y con ello ganó adeptos al MEIF, que se constituyó en un referente nacional e internacional, representando a la UV en congresos, coloquios y visitas a universidades, públicas y privadas, preocupadas por el anquilosamiento de sus prácticas docentes”, dijo.
En su participación, la rectora Sara Ladrón de Guevara expresó que conoció a la profesora durante su cargo como secretaria académica y aprendió mucho sobre la educación. “Además de sabia en los asuntos educativos, tenía una clara percepción de cómo se adquieren los saberes en el aula; era un gusto aprender a su lado en la cotidianidad y hacerlo también con los saberes cotidianos”.
La sala de juntas de las Áreas Académicas lleva desde ahora su nombre
Recalcó que supo construir un modelo educativo con el consenso de la comunidad universitaria en todas las regiones “porque tenía muy claro que no se podía hacer un cambio si no se veía a la autoridad propiciándolo”.
Sara Ladrón de Guevara puntualizó que tuvo la oportunidad de colaborar en su trabajo que estableció los cimientos del presente de la Universidad, además de convivir con ella como mujer y madre.
En el evento celebrado el viernes 25 de agosto estuvieron presentes Jacinto Bravo Beltrán, su hijo; Irma Beltrán Casanova, su hermana, y Pedro Bravo Martínez, quien fuera su esposo.
Les acompañaron Gerardo García Ricardo, titular de la Secretaría de Administración y Finanzas; Octavio Ochoa Contreras, secretario de la Rectoría; José Luis Martínez Suárez, director general del Área Académica de Humanidades, así como compañeros y amigos de la reconocida investigadora.