- Gerardo Alatorre, del Instituto de Investigaciones en Educación de la UV, enfatizó que las IES deben contribuir al cambio social y a la justicia ambiental
Mónica Celeida Rabelo Nogueira
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver., 1/12/2016.- Gerardo Alatorre Frenk, docente e integrante del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV), afirmó que el proceso de aprendizaje no debe ser visto como algo que sucede dentro de las aulas, sino como una amplia gama de prácticas comunicativas y de interacción social en la que se construyen visiones, habilidades y actitudes, que deben fomentar la transformación del entorno socio-ambiental.
El catedrático participó el 25 de noviembre en el conversatorio “Interculturalidad y sustentabilidad en programas de posgrado de México, Brasil y Colombia: logros y retos”, acompañado de Mónica Celeida Rabelo Nogueira, catedrática de la Universidade de Brasilia (UnB), y Eryka Torrejón Cardona, docente de la Universidad de Antioquía, Colombia.
El catedrático participó el 25 de noviembre en el conversatorio “Interculturalidad y sustentabilidad en programas de posgrado de México, Brasil y Colombia: logros y retos”, acompañado de Mónica Celeida Rabelo Nogueira, catedrática de la Universidade de Brasilia (UnB), y Eryka Torrejón Cardona, docente de la Universidad de Antioquía, Colombia.
Gerardo Alatorre explicó que dentro de la Maestría en Educación para la Interculturalidad y la Sustentabilidad (MEIS), impartida por el IIE en colaboración con la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), se busca impulsar desde la universidad pública un posgrado descolonizante que articule formación, investigación colaborativa y fortalecimiento de actores, luchas e iniciativas de cambio social.
Gerardo Alatorre Frenk
Compartió que los proyectos desarrollados dentro de la MEIS generan conocimiento a través de la interculturalidad, transdisciplinariedad e intertransdisciplinariedad, ya que se encuentran en mayor o menor medida enlazados con procesos colectivos.
Añadió que éstos toman como punto de partida el contexto cultural y lingüístico, y promueven –cuando es el caso– la diversidad lingüística, además de problematizar relaciones asimétricas entre clases, etnias, generaciones y géneros.
El investigador enunció que la enseñanza universitaria debe ubicarse tanto en los circuitos académicos de producción de conocimiento como en aquellos donde los actores producen, comparten y utilizan los saberes.
“Las instituciones de educación superior (IES) deben contribuir al cambio social, a la justicia ambiental, así como ser un apoyo para las comunidades en el control y cuidado de sus territorios”, manifestó Gerardo Alatorre.
Mónica Nogueira comentó que la Maestría Profesional en Sustentabilidad junto a Pueblos y Territorios Tradicionales de la UnB, favorece investigaciones que puedan generar transformaciones positivas socio-ambientales en comunidades de la nación carioca.
Relató que los catedráticos de este posgrado tienen un gran compromiso con el activismo y la transformación social y utilizan la “pedagogía de alternancia”, la cual consiste en que durante un tiempo las cátedras sean impartidas dentro de la universidad y en otro periodo se aterricen proyectos en las regiones previamente elegidas.
La docente expresó que uno de los principales objetivos de esta maestría es formar profesionales para el desarrollo de investigaciones e intervenciones sociales con base en el diálogo de saberes y en pro del ejercicio de derechos, el fortalecimiento de proyectos autogestivos de vida, del territorio y del medio ambiente, así como de la valoración de la socio-biodiversidad.
Aseguró que la academia puede jugar un papel importante en la transformación de la realidad de pueblos y comunidades tradicionales, ya que actualmente presentan nuevos problemas que piden nuevas respuestas, por lo que puede contribuir en la formación de agentes de diálogo que estimulen alianzas interactivas.