- Presentó su libro Reforma Energética en México. Minimizar al Estado para maximizar los negocios privados, en el IIH-S de la UV
Jorge Vázquez Pacheco
Xalapa, Ver., 06/12/2016.- La Reforma Energética tiene implicaciones complejas y delicadas, pero su implementación ha sido tomada a la ligera, mostrada y ejecutada mediante mentiras a un nivel inconcebible y nunca antes observado, enunció Víctor Rodríguez Padilla, en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del Instituto de Investigaciones Históricos-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV).
El Doctor en Economía de la Energía y catedrático en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentó su libro Reforma Energética en México. Minimizar al Estado para maximizar los negocios privados, y aclaró que ha sido financiado por la Legislatura Federal y con fondos públicos, lo que le permite distribuirlo gratuitamente.
Indicó que la administración de Enrique Peña Nieto ha colocado a México no en posición de riesgo sino de absoluta indefensión ante Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos.
“El gobierno se ha ocupado de que Pemex sea exportador de crudo y de que pague el 110 por ciento de los ingresos por exportación de crudo en impuestos. Ello ha conducido a la empresa hacia un endeudamiento terrible”, comentó antes de mencionar la gran dependencia de energéticos que existe en el país, a un nivel que “nos coloca en situación similar a la de un niño abandonado a media calle”.
Destacó que “la mayor parte de la gasolina y del gas LP que se consumen en México procede de Estados Unidos. A Trump y su antimexicanista administración le bastará con incrementar los impuestos al gas para que nosotros terminemos pagando el anunciado muro”, indicó el también Premio “Jesús Silva Herzog” en Investigación Económica.
En ello coincidieron Martín Aguilar Sánchez, investigador de tiempo completo en el IIH-S, y Fluvio César Ruiz Alarcón, licenciado en Física por la UNAM y doctorado en Economía del Petróleo por la Universidad de París, quienes expresaron que durante los tres años que lleva vigente la Reforma Energética no se han conseguido los propósitos enarbolados: energía abundante y barata. Ni hay más ni cuesta menos, lo cual aumenta el descontento popular y es elemento básico en el precipicio en que desciende la credibilidad hacia el presidente de la República.