Si la investigación que se lleva a cabo al interior de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz confirma lo que el rumor esparce, entonces sus anteriores directivos habrán de poner sus barbas a remojar porque lo cometido es fraude en lo económico y lo educativo. Lo económico porque no ingresaron a la Secretaría de Finanzas el recurso recibido por concepto de cuotas, en lo educativo porque burlan la esperanza de quienes buscan superarse a través de la educación superior. No ha sido un secreto que la UPAV ha extendido títulos sin que el poseedor reúna los conocimientos que lo acrediten, no es posible acceder legítimamente a una licenciatura en solo dos años. Poner en orden lo que acontece en esta Universidad es uno de los retos del actual gobierno estatal.