Una muestra de que han quedado atrás los tiempos en los que el gobierno federal sonaba en cencerro y todos, cual ovejas, se aglomeraban a su alrededor eructando un sonoro “sí señor presidente”, lo ejemplifica la Confederación Patronal de la República Mexicana al negarse a firmar el “Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar”, al que califica de acuerdo “improvisado, incompleto e insuficiente” y porque no fija “metas concretas ni compromisos claros del gobierno…”. Aunque el presidente del Consejo Coordinador Empresarial asegura que no es un pacto improvisado, la actitud de Coparmex rompe la tradicional sumisión de los diversos sectores de la producción y dirigentes obreros inscribiendo un rotundo precedente de gran trascendencia en las relaciones de ese sector con el gobierno federal.