Ya es un tema generalizado en México el que en un tiempo haya habido bancos quebrados con banqueros ricos; pero el fenómeno que aún subsiste y forma parte de lodos de añejos tiempos es el de tener trabajadores muy pobres con dirigentes ricos al estilo del dirigente sindical de Pemex o del dirigente de la CTM Carlos Aceves del Olmo quien durante la firma del pacto para frenar el impacto del gasolinazo fue captado luciendo en su muñeca izquierda un reloj Patek Philippe cuyo precio es cercano al medio millón de pesos. Eso sí, habrá que reconocerlo, defendió a los trabajadores de México, que deben agradecerle ese gesto aunque valga una pura y dos con sal. Típico de “la familia revolucionaria”.