Al menos por esta ocasión habrá que reconocer el sentido del humor del presidente Enrique Peña Nieto quien no necesita de estrategias distractoras con signo de violencia como ha sido el asunto de los saqueos a centros comerciales para distraer la atención respecto del gasolinazo. Suavecito y sin dolor logró que twuiteros, blogeros, periodistas, políticos de oposición e ingeniosos analistas dedicaran buena parte de su tiempo a responderle a Peña Nieto sobre el “qué hubieran hecho”. Es más que obvio que el presidente no está ocupado en leer las respuestas a su pregunta ¿ustedes qué hubieran hecho? Si fue producto de un mal discurso o un ardid estratégico lo cierto es que la pregunta desvió convenientemente la atención.