- Pretendió y logró reunir lo mejor de la cultura de su tiempo, en un mismo lugar, afirmó José Luis Rivas en la FILPM
- “Esos libros eran mi casa”, compartió Adolfo Castañón, al recordar que de niño veía los títulos de la Editorial UV con su característico glifo totonaco
Xalapa, Ver. 08/03/2017. En la 38 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), el poeta José Luis Rivas Vélez resaltó la figura de Sergio Galindo, quien “realizó una labor sin precedentes en una editorial universitaria”, al participar en la mesa “60 años de la Editorial de la Universidad Veracruzana” realizada en el Salón de Rectores, como parte de las actividades que tuvo la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV).
En el encuentro tomaron parte el crítico literario Adolfo Castañón, José Luis Rivas –director de la Editorial de la UV de 1992 a 2006– y Édgar García Valencia, actual directivo del sello editorial universitario.
Castañón presentó un puntual panorama sintético de las editoriales en México antes de 1957, fecha en la que surgió la Editorial de la UV. Habló, por ejemplo, del trabajo de Julio Torri que desde 1916 impulsó la Editorial Cvltvra que dio cabida a la literatura hispanoamericana y del mundo donde se publicaron textos de Ramón López Velarde, Alfonso Reyes, Alfonso Caso, Juan Ramón Jiménez, Pedro Henríquez Ureña, Óscar Wilde, entro otros tantos.
Otro punto importante en la historia de la edición en México, abundó Castañón, lo representan los clásicos publicados por José Vasconcelos en la década de los veinte, como Platón, Sófocles, Esquilo, el Quijote o poetas modernos como Rabindranath Tagore. Más tarde, en 1934, Daniel Cosío Villegas, fundó el Fondo de Cultura Económica con textos sólo de economía, pero con la llegada de Arnaldo Orfila y los integrantes de la Casa España, la editorial se abrió a la literatura, la filosofía y la historia.
Ese contexto ayuda a la creación del catálogo de la Editorial de la UV que impulsó Sergio Galindo desde Xalapa, proyecto en el que destacaba la presencia de Fernando Salmerón, José Gaos –sin duda inspirador de la Editorial– y Gonzalo Aguirre Beltrán, quienes influyen en la producción de instrumentos culturales con excelencia académica.
Adolfo Castañón recordó que de niño veía en su casa los libros de la Editorial UV con su característico glifo totonaco. Tuvo la oportunidad de leer a Juan García Ponce, Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez, José de la Colina, Rosario Castellanos, Sergio Galindo, Luis Cernuda, Luis Cardoza y Aragón. “Esos libros eran mi casa”, platicó satisfecho.
El ensayista también habló de La Palabra y el Hombre, publicación que tenía un parangón con la Revista Mexicana de Literatura. Por los autores que publicaban en cada una de ellas, prácticamente se creaba un gran diálogo de la cultura nacional entre ambas revistas.
Finalmente, Adolfo Castañón afirmó: “Sergio Galindo logró reunir lo mejor de la época en una labor universitaria, con ello logró la conformación de capitalismos culturales que siguen siendo relevantes. Tanto así que la historia de la editorial es la construcción de ese catálogo”.
Por su parte, José Luis Rivas leyó el texto “Impregnación y radiación. Elogio de Sergio Galindo”. Desde su vena poética describió cómo los fenicios enseñaron a pintar las palabras. Las primeras fueron: libertad, ley, derecho, equidad, razón. Palabras que tendían a socavar las prebendas y los privilegios, como apuntó en su momento Paul Louis Courier.
Los sumerios y los egipcios serían los creadores de la escritura y estos últimos pensaron reunir la inmensidad del mundo en un solo lugar como la Biblioteca de Alejandría.
“Loor a Sergio Galindo, Faro de Alejandría que pretendió y logró reunir lo mejor de la cultura de su tiempo, en un mismo lugar, nuestra Xalapa, mediante una labor editorial sin precedentes en una editorial universitaria”, finalizó José Luis Rivas.