- El periodista y escritor presentó en la FILU El dragón blanco y otros personajes
Claudia Peralta Vázquez
Xalapa, Ver., 04/05/2017.- Dentro de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2017, la cual se desarrolló del 21 al 30 de abril en el Complejo Deportivo Omega de esta ciudad, Adolfo Córdova, escritor y colaborador del periódico Reforma, presentó su libro El dragón blanco y otros personajes, editado por el Fondo de Cultura Económica.
Ante público adulto e infantil destacó que los personajes secundarios siempre dan pie a otras nuevas historias, como es el caso de esta obra, donde eligió e incluyó a diversos personajes de libros clásicos infantiles como: Alicia en el país de las maravillas, El Mago de Oz, Pinocho, Peter Pan, entre otros.
Su inclinación por este tipo de relatos, que surge desde la infancia, lo llevó a concretar esta obra conformada por seis cuentos, algunos cortos y otros largos.
En el Foro Infantil de este encuentro editorial, Adolfo Córdova, quien es también colaborador de la Biblioteca “Vasconcelos”, señaló que todos tenemos personajes secundarios que pasan por nuestras vidas y siempre recordamos, “son los que están más allá y siempre esperan contar su historia”.
Así, él también pensó en esos personajes que acompañaron a los protagonistas en las historias infantiles que todos recordamos, y de los cuales nadie sabe qué ocurrió con ellos.
Compartió con los asistentes que tuvo que releer los textos y hacer una biografía de cada uno de ellos, respetando desde luego las historias originales.
Por esta razón, en su libro trató de crear otras nuevas historias convirtiéndolos de alguna manera en personajes principales. Incluso, también menciona las citas de los autores originales.
Algunos títulos del libro son: “El destino de los niños perdidos”, “La hermosa niña de pelo turquesa” y “Los cisnes salvajes”.
El autor compartió: “No quería hacer cuentos actualizados, es difícil y salen muy mal”.
Por su parte, la escritora Martha Ordaz reconoció el enfoque del autor al no intentar subestimar la capacidad lingüística de cada niño y respetar su sensibilidad.